domingo, 16 de septiembre de 2012

Las canciones del asilo III


Qué guapa se veía Cat Power cuando la pillé en el cable en el programa de Jools Holland hace unos 6 años, cuando descansaba de estudiar tapadita en la cama, ¿sería agosto?, porque hacía bastante frío esa tarde.
Caí hipnotizada por sus movimientos, con ese flequillo y el pelo tapándole un poco la cara, con esa actitud medio borracha y esa camisa verde, del color de la esperanza.
¿Qué mierda tiene esta canción que te salen las lágrimas antes de que puedes decirte, ¡aguántate un poco!?

Las personas que no encontraron las respuestas emocionales para poder vivir consigo mismas con un poco de dignidad, en una afán de superación y de dejar de dar pena o quizás nunca darla, se ponen un escudo, un escudo más grande que una catedral. Sí, se vuelven narcisistas, detrás de un narcisista siempre hay una persona que de sensible terminó muy dolida, pero no te lo reconocerá jamás. ¿Cómo sé yo todo esto? Porque en mi búsqueda también caí en esta respuesta, que es un error, es un error, cuánta inmadurez, madre mía. Y si no te encuentras en el camino buenas personas que te den un poco de cariño y aceptación y que sepan desnudarte, puedes quedarte atrapado en el narcisismo, y es muy triste, no aceptas ningún error, el narcisista es muy rígido realmente, hay algo de sin corazón, pero es porque precisamente en algún momento lo tuvo muy grande. Y claro, te sientes falsamente poderoso, superior a alguien, crees que tienes el control de lo que pasa porque lo ves con frialdad, pero siempre algo sucede que te desequilibra esa postura, y entonces tienes dos opciones:  llenarte de orgullo y resentimiento o simplemente empezar a aceptar que no eres nada de eso y que ser así sólo te está alejando de muy buenas y necesarias experiencias. The Greatest habla del surgimiento y la caída. Hay una ignorancia tan grande en querer creer en eso de que si quiero puedo, no es así la vida, puedes querer e intentar y fallar igual a todo, y darlo todo y no conseguir los resultados que querías y peor aún salir bien trasquilado de una situación, pero insisto, hay que intentarlo, siempre.
Hace poco me ví una película chilena llamada Bonsai, y ahí decían algo muy cierto: el fracaso está subestimado.
Es mejor vivir el fracaso que no haber puesto todo de tí para que fuese un éxito. Pero como vivimos en sociedades donde está muy arraigado "el sueño americano", algo siempre debió hacer que fracasases, porque el sueño americano te dice que siempre que seas perseverante tendrás éxito. Pero esta canción habla de eso, el sueño americano, ser el más grande, alguna vez quise ser el más grande y mira dónde estoy ahora y mira cómo estoy ahora.
En cada fracaso hay un crecimiento, uno ya no es el mismo nunca más, y si no vives el fracaso, no estás viviendo realmente. Saldrán las cosas bien, saldrán las cosas mal, hay que darlo todo siempre, y esperar que pueda salir bien o que pueda salir mal.

Uno puede ser cínico -la soledad más grande de todas- y fingir que es narcisista, y andar por ahí riéndose solo, pero si realmente te crees el narcisismo, la vida, sí sí, la vida SE VA REÍR de tí al final.

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