martes, 9 de octubre de 2012

Para reflexionar.

Hace muy poco tiempo he llegado a la conclusión de que la autoestima no es autodefinirse como una cosa (como se habla en este video de la autoimagen, que es siempre un autoengaño), es el simple hecho de uno estar de parte de uno mismo, ser uno amigo de uno y querer vivir la mejor vida posible, sin la necesidad de considerarse a uno mismo valioso, ¿valioso en comparación a qué? (que vendría a ser lo más cercano al amor, luego amar al otro tampoco debería depender de sus características de identidad, distinto es el deseo, distinto es el placer). Lo demás, lo que llamamos nuestras características de identidad, son todos estados consecuencia de muchísimos factores, pero podemos trabajar sobre ellos, la clave está en hacernos RESPONSABLES (prestar atención, hacernos cargo) de nosotros mismos.
Por otro lado, también en esta reflexión sobre lo que es ser humano, llegué a la conclusión de que no somos innatamente ni buenos ni malos, simplemente en nuestra naturaleza están todas las características, que se consideran buenas o malas listas para ser gatilladas o potenciadas (medioambiente, los otros, etc). Pero lo más interesante de la reflexión del video es la idea de empezar a hacerse uno responsable, es decir, que aquello que está  potenciado (bueno o malo), se observe, se le ponga atención y así intentar llegar a despotenciarlo/anularlo si hiciera falta (no escapar, no huir), en el video se usa como ejemplo LA VIOLENCIA. Parece sencillo, pero no lo es en absoluto.

El video explica mucho mejor todas estas cuestiones y muchas otras sobre la naturaleza de la mente.



Se pone mucho énfasis en no hacer distinción en nacionalidades, ¿no sería un buen ejemplo también no hacer distinción de género? Al querer diferenciarnos (en nuestra identidad), hombres y mujeres también veo claramente LA VIOLENCIA de la que se habla.

¿Acaso no somos todos seres humanos a fin de cuentas?


Soy judío. ¿Un judío no tiene ojos? ¿No tiene un judío manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No se alimenta con la misma comida, no es herido por las mismas armas, no está sujeto a las mismas enfermedades, no se cura por los mismos medios, no se enfría y se calineta con el mismo invierno y el mismo verano que un cristiano? Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no nos reímos? Y si nos ofendéis, ¿no nos vamos a vengar? Si somos como vosotros en lo demás, nos parecemos a vosotros en eso.

Shylock, El Mercader de Venecia, William Shakespeare.