jueves, 13 de diciembre de 2012

Canciones para el asilo VI



De pronto, he sentido esa pena que me invade, ya sé que volverá a pasar. Porque es así, es humano y ya está, sentiré pena un rato y se me quitará. ¿Quizás será porque desde muy pequeña, sentí una fascinación por las personas perdedoras?, ¿será que lo entendí demasiado joven? Que lo ví todo deprimente demasiado joven, que siento pena ahora, por todos los que se dieron cuenta mucho más tarde, y al final voy a tener que dar las gracias a la vida, por haber visto tanta mierda tan joven, tan niña, ví tanta estupidez, tanto egoismo,  la ausencia del amor en absolutamente todo, la falta de dedicación, la mediocridad, como todo estaba mal planteado, mal ejecutado. ¿Será que mi familia me preparó para esta vida? Con sus irresponsabilidades, con sus ignorancias, con su jerarquía, con sus exageraciones, con sus absurdos, con su fealdad y lo grotesco.
Madurar es enfrentarse a la destrucción de las expectativas, una y otra vez, no olvidarlo. Tener un plan y estar preparado emocionalmente para la destrucción de las expectativas, darlo todo, y ver resultados mediocres. Y seguir adelante.
Pero me da pena, siento una cierta impotencia ya, los perdedores, vidas perdidas, ensimismadas, no hay nada que hacer, los perdedores, podríamos estar diagnosticados, como los autistas, como los asperger. Pero hay que tener una consciencia de que se es un perdedor, además, ser un perdedor implica luchar. Hace unos meses lo veía todo negro, el mundo sigue igual, y ahora estoy mejor, y el mundo sigue igual. Es evidente que es algo de la construcción emocional. Ya a los 21 años me decía: no voy a ser un amargado, no voy a ser un amargado. Es una cuestión de voluntad, aunque nada es como uno quisiera, ser agradecido. Me da pena, nada de lo que uno vive parece que le sirve a nadie, y tienes todos estos consejos, que te gustaría que alguien de afuera te los diera, y los das, y no le sirven a nadie más. Siento impotencia, mucha, porque entiendo lo frustrante que es todo, uno mismo, si no es capaz de quererse así, sin ningún mérito, no por las características ni nada, ni los éxitos, sólo uno quererse por la voluntad de hacerlo, y aceptar darlo todo cada día y que sea mediocre, y de alguna manera, igual se va avanzando, no como uno quisiera, nada es como uno quisiera, nada, pero intentar atajar el presente y valorarlo todo, ser agradecido es algo mental. Hay problemas reales y hay problemas imaginarios. Hay que ser consciente de eso, si se quiere ser masoquista para no enfrentar los problemas reales: adelante, se masoquista, pero no olvides que son problemas imaginarios. 
Escribe cartas para tus yos futuros, a lo mejor a nadie más le puedas servir con más precisión. Que tus yos del futuro te lean.
Tengo seguro que esta será otra canción del asilo.

2 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=YgSPaXgAdzE

    Me rompí un dedo del pie bailando esta canción. Fascinación por los perdedores (obviamente).
    -Esto es una carta a mis yos pasados y a los tús presentes-.

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  2. Jeje, sí, la he estado escuchando estos últimos meses.

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