¿No es esto con lo que sueñan los
enfermos?
¿no es esto con lo que sueñan los
que viven en zonas de conflictos bélicos?
¿no es esto con lo que sueñan los
que no tienen tiempo libre?
¿No es la salud lo suficientemente
maravillosa, no es vivir sin guerras, ni muertes, sin casas
destruídas, sin trabajos asfixiantes? ¿no es maravillosa la luz
eléctrica, el agua a dos metros de distancia para el momento que la
necesites?
¿No debería estar en el paraíso
ahora mismo? Si el espíritu es el cuerpo. Y el cuerpo está sano, si
está en reposo.
Dicen que cuando ya entiendes este
mundo y puedes verlo como es, ser feliz, es un estado de rebelión.
Una lucha constante de rebelión.
¿Qué pasa? Quizás como leía por
ahí, uno tiene derecho a sentirse mal. Uno tiene derecho a no
luchar, uno tiene derecho a sentirse torpe e inútil de vez en
cuando. ¿Para qué luchar contra estos estados? Solo estiras como un
chicle un estado que se pasará solo mucho antes sin luchar, sin
reprimir.
¿Acaso no sueñan los enfermos con
esto? Es agotador ser humano.
Todo cansa, engañarse tanto cansa. De
repente, esa ilusión, esa mentira que te construyes para levantarte
todos los días, la tiras al suelo, ya no puedes soportar más
sostenerla. Y te ves exactamente como eres, y sabes que no queda más
que, al dar vuelta la esquina, seguir engañándote, no se puede
vivir de otra forma. Hay que decirse todas esas mentiras para estar
bien.
De que la salud es la felicidad. De que
vivir en una zona sin guerra es la felicidad, que no pasar hambre es
la felicidad. Que hay esperanza en el futuro, que habrá acción en
el futuro, que las cosas que tanto deseas pasarán de alguna forma.
Qué inútil. Qué gran palabra inútil,
es bonita, es poderosa, es grande, fuerte y contundente. INÚTIL.
¿Tengo derecho a aborrecer estar viva?
¿Tengo derecho? ¿puedo hacerlo sin
culpa?
¿Acaso no sueñan los enfermos con
esto?
Fracasar. Fracasar cada día. Y lo
puedes analizar. ¿Y qué? Volverás a fracasar y volverás a
mentirte y volverás a intentarlo y volverás a estar equivocada y
volverás a fracasar.
Los enfermos sueñan con la salud. El
cuerpo es el espíritu. ¡HAY QUE SER FELIZ!
Qué inútil me parece todo.
Vivir en la esperanza y morir en la
verdad. Vivir en la mentira y morir en la verdad.
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